domingo, 1 de abril de 2012

Autor (a) Anónimo

Toda la noche estuviste conmigo
aún sin tu presencia,
todos los días beso tus labios
aún sin tocarlos,
en cada encuentro yo te acaricio
y no lo has sentido,
porque no sabes que yo te amo,
por ser tú mi mejor amigo,
aquel hombre que sin saberlo
se ha convertido ahora en mi dueño.
¡Oh, qué dulce y amargo tormento
en el que vivo como en ensueño!
mi gran amigo, amante oculto,
que sin saberlo llenas mi mundo.