El desarrollo infantil,
físico y cognitivo, es el aspecto que nos da las señales del nivel alimenticio
de un niño o niña. De este modo, la buena alimentación o alimentación de
calidad es la que favorece a un niño o niña un desarrollo saludable. Si se
tiene en cuenta estos criterios, entonces los resultados, cuando se lleva a un
niño a su control según la talla y peso, los resultados serán positivos. Sin
embargo, cuando se trata de América Latina y, sobre todo en países que siguen
luchando para salir de la pobreza, el desarrollo siempre va a tener
variaciones. Se cataloga un alto índice de desnutrición infantil, la misma que
perjudica el desarrollo de los niños. Así, los estudios estadísticos encuentran
que “el hambre y la desnutrición afectan a cerca de 53 millones (10 por ciento)
de personas de América Latina y el Caribe. Casi 9 millones (16 por ciento) de
niñas y niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica o retardo en
talla”[1]. En este sentido, “la
desnutrición es el mayor contribuyente de la mortalidad infantil y de la niñez
en edad preescolar (50-60 %)”[2].
Ahora bien, ¿qué factores
determinan el desarrollo infantil en América Latina? Los factores que determinan
el desarrollo tienen que ver con el medio ambiente, la sociedad, la situación
cultural, económica y biológica. ¿Por qué el medio ambiente determinaría el
desarrollo de los niños? Porque depende de la ubicación donde esté la casa de
la familia. Así, los niños que viven cerca de una minera como el caso de Oroya,
por la cantidad de plomo en la sangre, el desarrollo va a tener graves
problemas, pues según el documento de la Federación Internacional de los
Derechos Humanos (FDIH,) el 97 % de los niños y niñas de entre los 6 meses y
los 6 años y el 98 % de entre 7 y 12 años, presentan altos niveles de plomo en
la sangre en la ciudad de La Oroya (Junín)[3]. Pero otro factor que tiene que ver el medio
ambiente y que perjudicaría en el desarrollo de los niños sería la alta calidad
de desastres naturales. Todos sabemos que en América Latina y el Caribe, en los
últimos años, varias regiones han sido azotadas por la furia de los fenómenos
de las naturaleza, como por ejemplo: los perjudicados de los terremotos de
Haití (martes, 12 de enero de 2010); Chile (sábado, 27 de febrero de 2010 y martes,
01 de abril de este año), Perú (Pisco, 15 de agosto de 2007 y Arequipa, 23 de
junio de 2001). Además, se dice que “cada año se producen entre 25 y 30
desastres naturales (entre pequeños y grandes) los cuales afectan a unos 30
millones de personas, siendo en su mayoría niñas y niños menores de 5 años”[4].
Así mismo, los factores
que determinan el desarrollo infantil, tienen que ver con los aspectos
sociales, culturales y económicos, ¿de qué modo? Si las familias tienen una
posición económica, social y cultural buena, dentro de los parámetros que
cubran todas sus necesidades básicas, entonces, en estas familias, los niños
tendrán un desarrollo sano, normal. Pero ¿qué pasaría si estás familias tienen
una condición económica, social y cultural baja? De hecho que los mayores
perjudicados los son niños. Se puede ver en muchos de aquellos que viven en
zonas rurales, donde la mayoría de ellos no tiene acceso a las necesidades
básicas como agua, desagüe, luz, salud. He visto esta realidad en la mayor
parte de caseríos de Sondorillo y Huarmaca, distritos de la provincia de
Huancabamba. Y de hecho que esta realidad se vive en muchas regiones del Perú.
No obstante, esta realidad no sólo se vive en el campo, sino también en las
zonas periféricas de las grandes ciudades. Esto lo podemos ver por ejemplo en
Lima, en distritos como San Juan de Miraflores, Santa María del Triunfo, Comas,
Carabayllo, etc. Las condiciones
precarias que vive esta gente influyen mucho en el desarrollo infantil, no sólo
en el Perú, sino en el resto de América Latina y el Caribe. En efecto, estas
regiones en condiciones precarias, de acuerdo a lo que ya hablamos
anteriormente, tiene las siguientes causas que influyen en los problemas de desarrollo
de los niñas y niñas: a) el bajo nivel de los ingresos económicos, b) la falta
de acceso a la tierra, c) la falta de
acceso y la deficiente calidad de servicios de atención primaria, d) la
condición de pobreza extrema, discriminación y aislamiento geográfico.
Así, en esta reflexión con
el fin de determinar los factores que influyen en el desarrollo de los niños y
niñas de América Latina y el Caribe, nos encontramos de que hay otro factor que
también determina el crecimiento infantil, es el factor biológico, el cual
tiene que ver con la alimentación a los
niños y niñas en los primeros meses y luego en los primeros años de vida. En
los primeros meses tiene que ver con el estado nutricional materno. De este
modo, “la OMS y el UNICEF señalan que la lactancia es una forma inigualable de
facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto de los
niños. La OMS (Organización Mundial de la Salud) y el UNICEF (Fondo de Naciones
Unidas para la Infancia) recomiendan como imprescindible la lactancia materna
exclusiva durante los seis primeros meses del recién nacido. También
recomiendan seguir amamantando a partir de los seis meses, al mismo tiempo que
se va ofreciendo al bebé otros alimentos complementarios, hasta un mínimo de
dos años”[5].
Luego, podríamos decir que, en ausencia de leche materna, el crecimiento y
desarrollo de los niños y niñas tendría de todas maneras implicaciones no
favorables para ellos. Queda descartada aquí, la hipótesis de que las otras
leches que en las Tiendas y Centros comerciales se venden para los infantes,
como la NAN, ENFAMIL, NIDO, etc., remplazan a la leche materna. Este tipo de
leches puede aplacar el hambre de los bebés, pero jamás remplazará los
nutrientes de la leche materna. Ahora bien, ¿qué bebés de alimentan de esta
famosa “Leche de Fórmula”? Los bebés cuyas madres lamentablemente deben
ausentarse de la casa para trabajar y ayudar a las necesidades del hogar. Y
esto se ve generalmente en la ciudad, pues es ahí donde muchas madres tienen
una profesión, pero el problema es que son sus hijos los que pagan las
consecuencias de no alimentarse de los mejor. Luego, este factor influye mucho
en el desarrollo de los niños y niñas de América Latina y el Caribe.
Ahora bien, después de hablar de los factores que
determinan el crecimiento infantil en América Latina y el Caribe, veremos a
continuación, los índices de crecimiento: talla y peso según la edad y sexo. De
este modo, teniendo en cuenta esos factores, el crecimiento va a variar entre
unos niños y otros. Dependerá de las condiciones medioambientales, sociales,
culturales, económicas y biológicas de un niño o niña para que tenga un
crecimiento saludable o deficiente. Así,
la talla y el peso de un niño o bebé será el indicador de cómo lo (a) están
cuidando o de las condiciones en las que sus padres o familia viven. Sin embargo,
en este caso se debe tener en cuenta también, la herencia genética de los niños
o niñas. La talla y el peso también varían por esta razón, ya que hay muchas
familias que son de baja estatura y los hijos, por naturaleza son delgados. Otro
de los casos que puede influir en el peso y la talla de los niños y niñas, es el
caso de los bebés prematuros. Así, teniendo en cuenta esos aspectos que
influyen sobre el desarrollo, la OMS hizo un estudio sobre los índices de talla
y peso, según la edad y sexo, teniendo en cuenta que, la población seleccionada incluye niños y niñas de
diversas etnias y procedencias, pero que han sido alimentados con leche
materna, la misma que se considera el patrón de referencia en cuanto a
alimentación. Los resultados del estudio de la OMS son los siguientes:
NIÑOS
Edad
|
Peso Medio
|
Talla
|
|
Recién nacido
|
3,4 kg
|
50,3 cm
|
|
3 meses
|
6,2 kg
|
60 cm
|
|
6 meses
|
8 kg
|
67 cm
|
|
9 meses
|
9,2 kg
|
72 cm
|
|
12 meses
|
10,2 kg
|
76 cm
|
|
15 meses
|
11,1 kg
|
79 cm
|
|
18 meses
|
11,8 kg
|
82,5 cm
|
|
2 años
|
12,9 kg
|
88 cm
|
|
3 años
|
15,1 kg
|
96,5 cm
|
|
4 años
|
16,07 kg
|
100,13 cm
|
|
5 años
|
18,03 kg
|
106,40 cm
|
|
6 años
|
19,91 kg
|
112,77 cm
|
|
7 años
|
22 kg
|
118,50 cm
|
|
8 años
|
23,56 kg
|
122,86 cm
|
|
NIÑAS
Edad
|
Peso Medio
|
Talla
|
Recién nacido
|
3,4 kg
|
50,3 cm
|
3 meses
|
5,6 kg
|
59 cm
|
6 meses
|
7,3 kg
|
65 cm
|
9 meses
|
8,6 kg
|
70 cm
|
12 meses
|
9,5 kg
|
74 cm
|
15 meses
|
11 kg
|
77 cm
|
18 meses
|
11,5 kg
|
80,5 cm
|
2 años
|
12,4 kg
|
86 cm
|
3 años
|
14,4 kg
|
95 cm
|
4 años
|
15,5 kg
|
99,14 cm
|
5 años
|
17,4 kg
|
105,95 cm
|
6 años
|
19,6 kg
|
112,22 cm
|
7 años
|
21,2 kg
|
117,27 cm
|
8 años
|
23,5 kg
|
122,62 cm
|
Como vemos en los gráficos[6], el resultado del peso y
la talla de estos niños y niñas en el momento del nacimiento, según el peso
medio de la OMS, hay una coincidencia entre los recién nacidos y las recién
nacidas. De este modo, un niño normal nace, según estas tablas, con 3,4kg y
50,3cm. Sin embargo, hay una diferencia de los niños a partir del tercer mes
hasta los ocho años. Un niño o niña que nace por debajo de los 2.500 gramos, es
considerado por la OMS como bajo de peso, mientras que los que nacen por encima
de los 4.000 gramos, es elevado de peso. Además, según
los estudios de la OMS, durante los tres primeros meses, “el aumento de peso
oscila entre 750 - 900 gramos mensuales. Entre el tercero y sexto mes, decrece
y el aumento gira en torno a 500 - 600 gramos mensuales. Entre el sexto y
noveno mes, el aumento de peso es menor, entre 350 - 400 gramos mensuales. Y,
finalmente, entre el noveno mes y el año de edad, el promedio mensual se sitúa
entre 250 - 300 gramos”[7].
No obstante, debemos tener en cuenta que estos pesos y tallas de los bebés,
están dentro de los parámetros normales, pues han sido alimentados con leche
materna. En consecuencia, el desarrollo de los niños y las niñas, según el peso
y la talla, varía según el tipo de alimentación. Un niño bien nutrido tendrá un
buen crecimiento.
Ahora bien, hemos visto
anteriormente los índices de talla y peso, según edad y sexo; estudios que la
OMS ha realizado. Estos resultados nos muestran pesos y tallas de los niños y
niñas, pero dentro de los parámetros normales, pues se ha tomado como
referencia a los niños y niñas que han sido alimentados con leche materna, la
cual es la mejor para el crecimiento de un bebé. Sin embargo, cuando se trata
de países de América Latina, esos pesos y tallas, no pueden considerarse como
referencia; pues, según los factores que determinan el crecimiento infantil en
esta región, el peso y la talla de los niños y las niñas, va a variar. Pero
¿cuál sería realmente el problema que influye en la variación del crecimiento
de estos niños? Anteriormente hemos visto los factores que en América Latina
determinan el crecimiento infantil. Pero estos factores concluyen en un
problema de fondo que es la razón principal de la variación de la talla y el
peso de los niños. Este problema es la “desnutrición
infantil crónica”, el mismo que es el causante del retraso en el
crecimiento y la baja de peso de los niños y niñas. Y si nos ponemos a pensar y
preguntarnos cuánta cantidad de niños y niñas sufre en esta región por este
problema, la cantidad es exuberante; pues, según la ONU, en pronunciamiento del 28 de abril de
2006, este problema afecta a América
Latina y el Caribe, “a 8,8 millones de niños menores de 5 años, es decir, 16%
de la población de esa edad, según datos de la Comisión Económica para América
Latina (CEPAL), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el
Programa Mundial de Alimentos (PMA)”[8].
En
consecuencia, hay factores que
determinan el crecimiento y el peso de un niño. Si el niño vive en buenas
condiciones, entonces alcanzarán las tablas de referencia de la OMS, pero si
las condiciones de vida no son favorables para los niños y niñas, estas condiciones
apuntan a un problema de fondo: la desnutrición infantil crónica. De hecho,
según los estudios de la OMS, los resultados en las tallas y los pesos para
niños de 0 a 8 años es una referencia para aquellos que tienen un tipo de
alimentación normal, buena, para aquellos
que han sido alimentados con leche materna. Digamos que son tablas para
medir el promedio de peso y talla de los niños y niñas, pero lamentablemente,
estas tablas en América Latina y el Caribe, sólo servirían para un sector
social. En esta región, por la terrible desigualdad económica, social y
cultural, estos índices de talla y peso en los niños y en las niñas siempre van
a variar. Ahora bien, ¿qué se podría hacer frente a esta situación? Reconocer
que este no es un problema personal de las familias, sino un problema ético,
social y económico; y que, por tanto, tienen mucha responsabilidad los
gobiernos, los cuales deben favorecer con políticas de gobierno, para mejorar
la calidad de vida de los más desfavorecidos. No se trata de promover un asistencialismo
social como se da en nuestro país con los programas “JUNTOS” o “PENSIÓN 65”,
sino más bien, aprovechando esos programas, el Estado debe capacitar a esa
gente beneficiada para mejorar sus condiciones de vida y, por tanto, el
desarrollo de los niños y niñas, los mismos que son los más perjudicados de
desnutrición crónica.
[1] La
desnutrición crónica en América Latina y el Caribe. Documento recuperado
en http://www.nu.org.bo/wp-content/uploads/2013/03/pma_desnutricioninfantil.pdf el 25 de mayo de 2014.
[2]
La desnutrición infantil en América
Latina y el Caribe. Documento
recuperado en http://www.unicef.org/lac/Desafiosnutricion(13).pdf
el 25 de mayo de 2014.
[3]
La Oroya: Reportan altos niveles de
plomo en la sangre en los niños. Documento recuperado en http://www.rpp.com.pe/2013-05-07-la-oroya-reportan-altos-niveles-de-plomo-en-la-sangre-en-los-ninos-noticia_592419.html,
el 07 de junio de 2014.
[4] Desnutrición
infantil: Un freno al desarrollo. Recuperado en http://www.nu.org.bo/wp-content/uploads/2013/03/pma_desnutricioninfantil.pdf, el 06 de junio de 2014.
[5] Lactancia materna.
Recuperado en http://es.wikipedia.org/wiki/Lactancia_materna el 07 de junio de 2014.
[6] Cf., en La Tabla de la OMS para niños y niñas. Recuperado en http://www.guiainfantil.com/salud/embarazo/tabla_pesos.htm el 25 de mayo de 2014.
[7]
Ibíd.
[8] La
desnutrición infantil.
Recuperado en http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=6787#.U5EhOHlOUcA el 25 de mayo de 2014.