domingo, 8 de enero de 2012

Recordar es volver a vivir (31-12-2011)

Recordar es volver a vivir, no para quedarnos atrapados en el tiempo pasado, sino para reconocer que gracias a ese pasado somos lo que somos en el presente. Las experiencias del pasado han configurado nuestra vida presente. En el presente podemos definirnos teniendo en cuenta todo lo que hicimos y todo lo que nos hicieron en el pasado. De ahí que Gabriel García Márquez dice lo siguiente: “la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla”. Vivimos sumergidos en el mar de los recuerdos. Las acciones del pasado son ya irreversibles, ya no podemos cambiarlas aunque nos lamentemos. Ya no podemos regresar al pasado para cambiar lo que no nos gusta y que nos atormenta el alma de vez en cuando. Somos lo que somos porque así hemos decidido ser consciente, inconscientemente, o también porque irresistiblemente otros nos impusieron cargas y abusos que dejaron heridas que en el presente atormentan nuestras vidas.
Sin embargo, aunque de todo haya pasado en este año, aunque el horizonte se haya nublado y no haya podido ver con claridad la luz del sol, aunque no haya podido ver el sereno del día ni la belleza del ocaso del sol en el atardecer, aunque por el dolor no haya apreciado la melodía del canto de los pájaros, aunque no haya sentido el suave susurrar del viento, aunque no haya visto la vitalidad del mar, hoy quiero decir que no importa lo que pase mañana o el resto de mi vida, pues ahora soy feliz porque he amado, porque he llegado hasta este momento, porque pude expresar la ternura, el amor y el cariño a la(s) persona(s) que amé y que amo con todas mi fuerzas. Tal vez no supiste(eron) valorar lo que pude dar, o tal vez no valoré lo que recibí, pero ahora soy feliz de haber dado y ofrecido todo lo que de lo más bello de mi corazón nació y floreció a lo largo de los días. Hoy soy de feliz de dar y soy feliz de haber recibido con gratitud aquello que quienes me aman me entregaron con el corazón. Gracias a ti, gracias a ustedes. Fueron en su momento la alegría de mi vida.
Hoy quiero recordar que cada segundo que vivimos es como un nuevo y único momento del universo, un momento que nunca fue antes y que nunca será después, un momento que hay que vivirlo con pasión, porque puede ser el último momento y la única oportunidad que tenemos para amar a los nuestros y para recibir amor de ellos. Solo en esta vida se ama. Si todo lo humano es efímero y perecedero, hay que aprovechar al máximo ese corto momento de vida que tenemos para vivir bien, para amar, para ser felices y para hacer felices a aquellos que amamos.
Recuerdo con el corazón a dos personas de quienes agradezco a Dios y la vida haberlas conocido; una de ellas es “Coquito Zapater” a quien conocí en Febrero del 2002, y la otra persona es “Mamá Paulita”, de quien solo tuve la dicha de conocer su voz desde Mayo del 2005. Ambas personas, a quienes estimaba mucho, partieron al más allá en el 2011. “Mamá Paulita” partió en Julio y “Coquito Zapater” en Octubre. A ninguno de los dos pude ver en su muerte. La partida de estas personas causó un gran dolor en mi alma, haciéndola sentir totalmente vacía en su momento, sobre todo porque en los últimos momentos de sus vidas no pude verlos, a pesar de que ellos estuvieron cerca. Derramé lágrimas algunas veces en la soledad de mi habitación, sin embargo, desde el más allá sé que ellos me siguen mirando con cariño, amor y ternura, y quieren siempre lo mejor para mí. Lo digo con certeza, porque aún resuenan sus palabras en mi alma. Aún puedo escuchar las sabias y amables palabras que me decían. Aún puedo escuchar su voz cuando amablemente me contestaba el teléfono; aún puedo ver su sonrisa cuando iba a visitarlo. ¡Que descansen en paz! ¡Que estén junto a Dios! Fue un gran honor haberlos conocido.
A todo lo bueno de este año, quiero recordarlo con gratitud, quiero perdonar si a alguien debo hacerlo y quiero que me perdonen si a alguien ofendí. En este último día del 2011, antes de dar el paso y entrar al 2012, quiero decir a todos con quienes me relacioné, con quienes compartí en este año: ¡GRACIAS! ¡GRACIAS POR EXISTIR! ¡GRACIAS POR HABER FORMADO PARTE DE MI VIDA! ¡GRACIAS POR HABER COMPATIDO CONMIGO! ¡GRACIAS POR TODO! Si algo me hizo sufrir, en este día quiero ser consciente de que “todo pasa, solo Dios queda, solo Dios basta”. ¡Seas bienvenido 2012! ¡Iré a tu encuentro para ver la novedad que me traes!

No hay comentarios: