viernes, 13 de junio de 2014

LA IMPORTANCIA DEL USO DE LAS TIC’s EN LA EDUCACIÓN

Las Tecnologías de la Información y Comunicación han llegado a desempeñar un papel fundamental en la educación. Su uso empezó como uno de los pilares básicos para la sociedad en general, pero su importancia se fue reforzando en el campo educativo. No obstante, se debe tener en cuenta que cualquier ciudadano, profesor o alumno, no siempre está capacitado para dar una adecuada utilidad a estos medios tecnológicos. De ahí que, la exigencia del conocimiento y uso de estas herramientas como medio pedagógico, se ha convertido en un imperativo categórico para cada docente, ya que, “no se puede entender el mundo de hoy sin un mínimo de cultura informática”[1]. En este sentido, un docente, si no quiere seguir pernoctando en la ignorancia del manejo de las Tecnologías de la Información y Comunicación, debe preocuparse en saber y entender la forma de utilizar estos recursos como instrumentos para generar conocimiento. Luego, para estar incluido en la actualidad de esta cultura tecnológica, debe saber y entender “cómo se genera, cómo se almacena, cómo se transforma, cómo se transmite y cómo se accede a la información en sus múltiples manifestaciones”[2].

De este modo, obedeciendo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual en el Artículo 26, Inciso 2, declara que el objetivo de la educación es “el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos fundamentales”[3]. En este sentido, los docentes tienen el deber de conocer estas herramientas para que puedan brindar una educación y formación de calidad a la vida profesional y social. Así, la exigencia fundamental respecto a la capacitación y uso de las TIC’s, hace referencia, básicamente la buena voluntad de los docentes para que, con su esfuerzo, se actualicen en los recursos tecnológicos de los últimos tiempos y puedan brindar una mejor calidad educativa a los ciudadanos estudiantes que quieren servir a la sociedad formándose con los mejores recursos tecno-pedagógicos. De ahí que, estos ciudadanos en proceso formación, teniendo en cuenta estos recursos, puedan llegar a ser mejores profesionales de los que ya hay, para brindar un mejor servicio a la sociedad. De estas personas necesita nuestro pueblo. Por eso que es importante el uso de las TIC’s en la educación. Ojalá fuera en todos los niveles educativos y de formación a la vida profesional.

Creo que, inclusive si se trata de favorecer con una formación de calidad a cada estudiante que, por justicia debe recibir, estaríamos de este modo, favoreciendo al “bien común”[4] que tanto se habla hoy en las campañas políticas con fines demagógicos. Las palabras de estos “politiqueros” se las lleva el viento y cuando están en el sillón del poder se olvidan de las promesas. Si tanto se habla de estar a favor de la educación, debido a los resultados lamentables del último PISA que nos ubican en el último lugar, el Estado debería financiar, no sólo a través del Ministerio de Educación, sino también a través de los gobiernos regionales y locales, la capacitación y actualización de los docentes que trabajan en su jurisdicción. En este sentido, si “toda persona tiene derecho a la educación”[5], la preocupación debe ser por el país en general, mas no sólo de la educación en las grandes ciudades. Luego, los estudiantes de las zonas rurales, tienen los mismos derechos a ser favorecidos con los actuales instrumentos pedagógicos que nos brindan las Tecnologías de la Información y Comunicación.

De este modo, si hay políticas de gobierno que favorezcan al sistema educativo de calidad, mediante la utilización de las TIC’s, es ya responsabilidad de los docentes para que, contando con las herramientas tecnológicas y pertinentes para una mejor calidad educativa, puedan apostar por la integración de las TIC’s en el aula. Así, dependerá de su capacidad y estrategia pedagógica para “estructurar el ambiente de aprendizaje de manera no tradicional”[6]; pues no se trata de que el profesor intente insertarse en este sistema educativo, sino que de todas maneras forme parte de este proyecto. Debe ser partícipe en esta generación cultural tecnológica y “preparar estudiantes, ciudadanos y trabajadores capaces de comprender las nuevas tecnologías tanto para apoyar el desarrollo social, como para mejorar la productividad económica”[7]. Además, el desarrollo y la suerte de un país están en la calidad educativa. Como consecuencia, la mejora de la educación mediante el uso de las TIC’s, traerá por añadidura el desarrollo personal, social, cultural y económico de un país.

Respecto al desarrollo, quiero insistir en el aspecto personal, pues la calidad de personas que encontremos en la sociedad, dependerá de la calidad de formación que éstas hayan recibido. Inclusive podría fundamentar estas ideas con la sabiduría de dos sabios de la antigüedad, el filósofo y teólogo africano, san Agustín, cuando dijo una vez: “Nemo dat quod non habet”[8] (nadie da lo que no tiene), y también cuando Jesús de Nazaret les dijo a sus discípulos: “¿acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?”[9] Me parecen oportunas estas reflexiones en el ensayo que estoy desarrollando, ya que si los estudiantes no reciben una educación de calidad por parte de sus guías pedagógicos, tampoco después podrán desenvolverse de la mejor manera en la vida laboral. Entonces, continuarían sumergidos en el mar de la ignorancia y arrastrados por la corriente de la mediocridad como muchos. Luego, se trata, como dice Einstein, de librarnos de caer en la situación “en la que todos los ciudadanos de todos los países, sus hijos y su trabajo en la vida, se encuentran amenazados por la terrible inseguridad que reina en nuestro mundo”[10], pero esta inseguridad sería por la falta de capacitación y actualización en el uso de las TIC’s.

De este modo, la calidad educativa del presente depende del compromiso de los docentes para brindar a sus alumnos una informática educativa a través de las TIC’s. Sin embargo, no se trata de que estos recursos tecnológicos resuelvan todos los problemas educativos, sino más bien, de “desarrollar sistemas de enseñanza que relacionen los distintos aspectos de la información”[11]. Además, la tecnología es un poderoso instrumento o medio, sí, pero como tal es incapaz de solucionar algo por sí misma, y menos si no sabemos manejarla adecuadamente. De ahí que, es importante que los docentes sepan cómo funciona  y cómo la integrarán como instrumento pedagógico en la educación. Luego, en el aprovechamiento de estos recursos como medios metodológicos, se estará garantizando y generando un mejor conocimiento en los estudiantes, pues las prácticas educativas tradicionales ya no contribuyen a “desarrollar las competencias imprescindibles para sobrevivir económicamente en el mercado laboral actual”[12].

Se trata pues, al incluir las TIC’s en los sistemas educativos y de acrecentar, de este modo, el bagaje intelectual, social y cultural de los alumnos, futuros profesionales de la sociedad. Así, al saber usarlas, podrán hacer mucho más cosas de las que ya saben. Además, a mayor conocimiento sobre estos recursos, habrá mayor eficiencia educativa y saldrán profesionales más eficientes y más competentes para el campo laboral. No obstante, debemos tener en cuenta que, cuando se trata de “la utilización de las TIC’s en los centros escolares por parte de quienes no tienen acceso a ellas, en el ambiente familiar es un elemento de justicia”[13]. Otra vez se incluye aquí, el tema de bien común, pero en este caso para insistir en el compromiso de procurar un proceso de renovación en la educación, donde sean favorecidos también, los que antes eran desfavorecidos en el uso de estas herramientas. De ahí que, se debe procurar una conversión de lo tradicional a lo tecnológico y de un cambio de mentalidad (Μετανοια) de los anteriores y antiguos paradigmas educativos a un paradigma de la inclusión digital mediante el uso de las TIC’s. En consecuencia, me parece pertinente citar a esta altura de mi artículo, a san Pablo, en su Carta a los Efesios: “Despójense, en cuanto a su vida anterior, del hombre viejo […] y renueven el espíritu de su mente, y revístanse del Hombre Nuevo”[14].

Consecuentemente, las TIC’s son herramientas tecnológicas de la cultura del presente, cuyo uso se debe incrementar en la educación. De hecho, la primera obligación es del Estado, pues debe favorecer con los medios tecnológicos necesarios para que, al menos los alumnos de los diferentes niveles educativos y superiores de las instituciones públicas, puedan ser beneficiados con una educación y formación de calidad a través de estos recursos tecno-pedagógicos. En este sentido, si el Estado se preocupa por cubrir estas necesidades en las diferentes instituciones públicas, es también compromiso de los docentes que se capaciten, actualicen y garanticen una mejor educación desde el adecuado uso de las TIC’s. Sólo después de esto podremos tener la seguridad de que se garantizará ciudadanos mejor capacitados, eficientes y competentes en la vida profesional. Sólo después de esto podremos decir con el gran Albert Einstein “si anhelamos con sinceridad y pasión la seguridad, el bienestar y el libre desarrollo del talento de todos los hombres no hemos de carecer de los medios necesarios para conquistarlos”[15].

[2] Ibíd.
[3] Cita extraída de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada y proclamada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuyos 30 artículos figuran impresos en la primera o última página de la mayoría de cuadernos o libros en nuestro país.
[4] Cf. VIDAL, Marciano. Moral Social (Tomo III). Editorial Covarrubias, Octava Edición, Madrid: 1995; pp. 127-153.
[5] Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículo 26, Inciso 1.
[6] Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). ESTÁNDARES DE COMPETENCIAS EN TIC PARA DOCENTES. Londres, 08 de enero de 2008. Pág. 7. Documento consultado en el CD 1 Material de apoyo al docente, Inclusión Digital del Ministerio de Educación.
[7] Ibíd., p. 8.
[9] Nueva Biblia de Jerusalén. Desclée de Brouwer, Bilbao, 1999. Lucas 6,39.
[10] EINSTEIN, Albert. Mi credo humanista. Traducción y selección de textos: Alfredo Llanos y Ofelia Menga. Editado por elaleph.com; p.17.
[12] Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Op. Cit. Pág.2.
[14] Nueva Biblia de Jerusalén. Op. Cit. Epístola a los Efesios 4,22-24.
[15] EINSTEIN, Albert. Mi credo humanista. Op. Cit., p. 3.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.