viernes, 2 de octubre de 2009

EL HINDUISMO

El hinduismo es la religión más antigua de la humanidad. Esta religión nació en la India y ha sido cuna de otras religiones, entre ellas como la budista. Pero los colonizadores prefirieron darle como nombre orden eterno (Sanatana darma). En ese orden eterno tiene cabida todo lo relacionado al hombre con el Absoluto.

Pero dentro de esta religión, también hay grandes místicos de formación filosófica, que dirigen sus oraciones a un Dios personal. Estos son monoteístas. El hinduismo no es una doctrina dogmática, sino la herencia religiosa decantada de una mezcla de pueblos e influencias, cuya historia tiene unos cuatro mil años, aproximadamente. Durante este tiempo, se calcula que veneraron a unas 33 millones de divinidades.

En general, el hinduismo se define por su receptividad, enriquecida por una permanente disposición a integrar lo extraño. Sin embargo, a falta de un fundador específico, el hinduismo posee abundante literatura sagrada, que es base de sus creencias y es norma de su ortodoxia. En estos libros la revelación es el punto de partida. Esta revelación es un depósito sagrado, pero no procedente de un dios. Aquí lo que importa no es su comprensión, sino su ejecución correcta, el manejo en cada momento. Además de eso también esta religión se estructura como un saber práctico controlado por una casta sacerdotal.

Los descubrimientos han puesto en evidencia el culto a Siva. Dentro de los grupos de la élite de esta religión estaba la casta sacerdotal y los guerreros. Los libros sagrados se agrupan en dos: los surtí (lo oído) y los smriti (tradiciones). Los shruti están divididos en tres: Samhitas, Brahmanes, Aranyakas.

Frente al politeísmo de los Veda, la doctrina secreta de los Upanishads enseña la existencia de un Dios único, que constituye la realidad inmutable, absoluta y trascendente. Además, Upanishad se interpreta como lo que destruye la ignorancia y permite llegar a lo absoluto. Sin embargo, el vedismo era politeísta, que concibe el mundo como un cúmulo jerarquizado de dioses. Pero después, los 33 millones de dioses se reducen de hecho a uno solo que no es otro que el Brahman absoluto. Dentro de esta creencia se profesa también una trinidad, Brahman es el Dios creador, Visnú el conservador y Siva el castigador. Hay también otros dioses como Varuna, el dios del cielo.

La Diosa Devi o Maha Devi, Gran Diosa constituye el gran tercer foco de atención del culto hinduista. Muchos tenían devoción a esta divinidad, así como a otros dioses. Aunque hay que tener en cuenta que cada pueblo y cada familia tenía devoción a su propio dios. Esto se puede entender mejor, por el sistema de castas que caracteriza la sociedad hindú. Pero fueron los arios quienes establecieron este sistema, cuya organización está estructurada de la siguiente manera: brahmanes (sacerdotes e intelectuales), kshatriyas (militares), vaishayas (burguesía), sudras (artesanos). Sin casta quedan algunas etnias o grupos sociales denominados parias.

La rigidez del sistema hindú hace imposible el paso de una a otra casta o la mezcla de los individuos de diversas castas. La sociedad está configurada desde elementos religiosos, más que políticos. Este sistema de castas supone el control de la sociedad india por parte de una aristocracia intelectual.

En esta sociedad, cada casa tiene su altar y ante él se reúne la familia por la mañana y por la noche para los ritos de adoración y las ofrendas. Pero fuera del ámbito doméstico, como en otras religiones, cuenta con un santuario o templo de un dios. Este lugar se convierte en centro de peregrinaciones. Es el lugar del culto público.

Es el Dharma el que da unidad a todo en el mundo hindú. El Dharma se cumple en todos los niveles. Además, es la estructura fundamental dentro del devenir cósmico. “La responsabilidad del hombre deriva del hecho de que toda acción (karma) genera una huella (samskara) positiva o negativa”. Si acumula huellas positivas tiene la posibilidad y el derecho de reencarnarse en una casta superior en la próxima existencia. Si no es así, se reencarnará en un animal. Pero para la liberación absoluta no bastan las buenas acciones, sino que hay que conseguir el conocimiento que no produce huella. Para esto el hombre jerarquiza sus fines:

- El cultivo del amor y sus placeres;
- El desarrollo de los intereses materiales;
- El cumplimiento de sus obligaciones religiosas y sociales;
- La liberación.

El marco social brahmánico se ve comprometido por la práctica de la actividad liberadora si el fiel quiere dar a ésta una prioridad absoluta. Además, junto con las organizaciones en castas y la filosofía mística del sus pensadores, el yoga constituye uno de los tres elementos esenciales del hinduismo. Pero en el yoga, el dominio del cuerpo y de las mentes es contemplado como un recurso, nunca como un fin. El objetivo es llegar a la liberación.

Dentro de la sociedad hay algunos que practican la renuncia, los cuales dan origen al ascetismo en el mundo hindú. Estos hombres rompen con la sociedad, abandonan el distintivo de la casta y, al margen de la actividad religiosa oficial, consagran su vida totalmente a la búsqueda de su liberación espiritual. El voto de renuncia constituye automáticamente una marginación, por no decir una muerte social, que repercute también en el aspecto religioso. Pero al elegir este sistema de vida, pierde incluso, la gracia espiritual de la comunidad creyente.

El conclusión, si en algo a influido tanto el hinduismo en el mundo, es a través de yoga, que era un elemento importante en la misión de Ramakrishna. Además es una de las técnicas de realización más citadas en América y Europa; aunque el yoga de occidente poco tenga que ver con el hinduismo.

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