viernes, 2 de octubre de 2009

EL MENSAJE DE BUDA: DEL TERROR DEL ETERNO RETORNO A LA BIENVENIDA DE LO INEFABLE

La comunidad búdica se organizó mediante unas reglas monásticas que aseguraban la unidad. En su doctrina los monjes compartían ciertas idas fundamentales acerca de la transmigración y la retribución de los actos, las técnicas de meditación que conducían al nirvana y a la condición búdica. Pero también hay laicos que desde el mundo tratan de vivir la doctrina de Buda.

Para Buda, el mundo no ha sido creado por un dios ni por un demiurgo ni por el espíritu maligno, sino que existe continuamente, es decir, que es creado constantemente por los actos buenos o malos de los hombres. Y, mientras aumenten la ignorancia y los pecados, no sólo decae la vida humana, sino que el universo mismo se degrada.

Respecto al Samhhya y al Yoga, Buda asume y desarrolla el análisis de los maestros del primero y las técnicas contemplativas de los yoguis. Pero rechaza sus presupuestos teóricos, sobre todo la idea del yo. Así, los problemas filosóficos para Buda, no son los más adecuados ni útiles para la vida espiritual.

Buda predicó cuatro nobles verdades para que el hombre llegue a la vida espiritual y santa: La primera verdad es el Dolor. Todo es dolor. El nacimiento es dolor, la decadencia es dolor, la muerte es dolor. Estar unido a lo que no se ama significa sufrir. Estar separado de lo que se ama significa sufrir. La segunda verdad identifica el deseo como origen del dolor. Es el deseo, el apetito o la sed lo que determinan las reencarnaciones. Esta sed busca constantemente nuevos goces. La tercera noble verdad proclama que la liberación del dolor consiste en la extinción de los apetitos. Equivale al Nirvana. Incluso uno de los nombres del Nirvana es extinción del deseo. Y la cuarta verdad revela los caminos que conducen a la cesación del dolor. Esta verdad prescribe los medios para sanar el mal de la existencia.

En el la cuarta verdad se busca el camino intermedio para evitar los extremos y es llamado camino de ocho miembros:

- visión u opinión correcta
- pensamiento correcto
- palabra correcta
- actividad correcta
- medios de vida correctos
- esfuerzo correcto
- atención correcta
- concentración correcta.

Para Buda la totalidad cósmica y la actividad psico-mental constituyen un universo único. Y todo cuanto existe en el mundo puede ser clasificado en cinco categorías: a) conjunto de las apariencias o de lo sensible, d) las sensaciones, c) las percepciones y las nociones que de ahí resultan, d) las construcciones psíquicas, que incluyen la actividad psíquica consciente o inconsciente e) los pensamientos o conocimientos producidos por las facultades sensoriales, especialmente por el espíritu, cuya sede es el corazón y que además organiza las experiencias sensoriales.

Para Buda, la ignorancia, el deseo y la existencia son interdependientes y bastan para explicar la concatenación ininterrumpida de los nacimientos, muertes y transmigraciones. Inclusive desde la época posvédica, el deseo y la ignorancia habían sido denunciados como causas primeras del dolor y de la transmigración. Afirma además, la negación del yo, pero que éste sin embargo, es capaz de liberarse y alcanzar el nirvana.

Luego, Buda dice que la cesación del dolor se obtiene mediante la anulación total de la sed. De esto se dice en las dos últimas verdades que el nirvana existe, pero que es posible obtenerlo sino mediante el recurso a técnicas especiales de concentración y meditación. Sobre el nirvana, Buda no lo define, pero sí afirma que algunos santos liberados han alcanzado una bienaventuranza inquebrantable; que él mismo alcanzó la inmortalidad y que también los monjes pueden alcanzarla: “os haréis presente ya en esta vida, viviréis poseyendo esta inmortalidad”. De este modo, Buda enseña que el nirvana es visible aquí abajo, manifiesto, actual o de este mundo. Pero el nirvana sólo se puede alcanzar siguiendo el método enseñado por Buda.

Pero para llegar a esta vida, el candidato tiene que pasar por una serie de ejercicios yóguicos, que sirven especialmente de entrenamiento psico-mental. El pensamiento se fija sobre ciertos objetos o ideas a fin de obtener la unificación de la conciencia y la supresión de las actividades racionales. Además, en la práctica del camino de liberación se distinguen cuatro etapas:

- La entrada en la corriente es la que corresponde al monje despojado de los errores y las dudas.
- El retorno único, quienes han reducido la pasión, el odio y la estupidez.
- El sin retorno, el monje que se ha liberado definitiva y completamente de los errores, dudas y deseos.
- El merecedor, el monje purgado de todas las impurezas y pasiones, dotado de saberes sobrenaturales y de poderes maravillosos. Éste alcanzará el nirvana ya desde el término de su vida.

Pero el nirvana se puede asegurar con la sabiduría, sin recurrir a las experiencias yóguicas. De esto se dice que hay poderes maravillosos que forman parte de las cinco clases de ciencias elevadas, que son: 1) siddhi, 2) el ojo divino, 3) el oído divino, 4) el conocimiento del pensamiento ajeno y 5) el recuerdo de las experiencias anteriores.

En conclusión, si el nirvana es lo incondicionado por excelencia, el Absoluto, trascenderá no sólo las estructuras cósmicas, sino también las categorías del conocimiento.

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