martes, 3 de agosto de 2010

¡Esta es la situación social del mundo!

Los conceptos superior e inferior, mayor o menor, competente o incompetente, mejor o peor son inherentes a nuestra sociedad. No se necesita una especial penetración en el estudio de la sociología para darnos cuenta de esta lamentable clasificación de personas, donde unos cuentan y otros no. “Sin embargo, es útil reconocer los “status institucionalizados”, es decir, los “status” relativos a las personas en los principales grupos de la sociedad(1) . Cada grupo de personas está estructurado de acuerdo con las posiciones que las personas ocupan dentro de la sociedad. El hecho es que existe una jerarquía de personas en el sentido de que cada grupo básico tiene más importancia social que otros. Hay prioridad por la institución económica, antes que por otras instituciones que ayudan a las personas a ser mejores cristianos.

Esta situación de diferencia entre unos y otros hace que haya una diversidad de sentimientos, conductas, estados de ánimo, sensibilidades, opciones, etc.; puesto que la mayoría desea y sueña de acuerdo a su condición social. Esto hace que entre las personas haya caracteres y opiniones diversas; aunque sin olvidar, también, que todos, cada vez se sumergen más en el océano de la globalización. Los medios de comunicación social-virtual están ocupando un papel fundamental en esta realidad. Inclusive se podría decir que el mundo está gobernado por el imperio de la comunicación virtual (Internet, Televisión, radio). Las gentes se dejan seducir por las ofertas presentadas en estos medios por los grandes empresarios.

Vemos a gentes con muchas ansias de vivir; con ansiedad de progreso, pero con pocas oportunidades de enfrentarse al futuro, con pocas posibilidades de competir y “los que no tienen competencia no existen […]. Y los excluidos del mercado están abocados a la muerte(2). Vemos también, a gente con grandes ilusiones de vivir, con pasión el presente, de llegar a ser y a hacer algo por la vida, pero pronto son adormecidos por la inseguridad de un futuro o por no encontrar un camino por falta de orientación vocacional. Esto generalmente está sucediendo en los jóvenes.

Uno de los problemas en nuestra sociedad contemporánea, es la falta de conciencia crítica ante las ofertas del mundo, hacia la cultura de la imagen. Falta formación sobre estos aspectos para que de esa forma los cristianos puedan recibir con madurez y aceptar o rechazar todo aquello que nos ofrecen los medios de comunicación, virtuales o físicos. De ese modo la verdad queda suplantada por la apariencia. “Todo se quiere decir, contar, expresar en imágenes. Hasta el punto de que lo que no existe en imágenes no existe en la realidad. La imagen se ha entronizado de tal manera que se pone en el lugar de la realidad y la sustituye […] La era de la simulación es el triunfo del simulacro sobre la objetividad(3) . Este también es un problema que se debe tener en cuenta mientras vamos por el mundo a hacer discípulos a todas las naciones y enseñarles a guardar lo que Jesús nos enseñó (Cf. Mt 28,19-20).
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(1)FICHTER, Joseph H. Sociología, Editorial Herder, Barcelona: 1964. Pág. 60.
(2)MONTES, Pedro. El desorden neoliberal, Editorial Trotta, Madrid: 1996. Pág. 12.
(3)MARDONES, José María. La vida del símbolo. La dimensión simbólica de la religión. Sal Térrea, Bilbao: 2003. Pág. 21.

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